Éxodo
- "Somos tus prisioneros? No veo otra explicación a la reclusión y al aislamiento a
los cuales nos estás sometiendo." Había sido una mera medida de seguridad, aclaró Nibiru, seguridad por ellos que no sabían gestionar la libertad, pero el toroide no era cosa suya.
- " El libre albedrío, que tanto exalta," - dijo para concluir - "nunca os ha ayudado y además las certitudes científicas que tenéis os han hecho olvidar otras verdades."
Este segundo libro de la saga Annukari sacude algunos pilares incontrovertibles desde sus cimientos y nos invita a reflexionar sobre el libre albedrío y la sempiterna y perfecta simetría entre la vida y la muerte. Se puede morir y volver a la vida, se puede tener un vida plena, tenerlo todo y aún así desear la muerte, se puede haber un futuro lleno de esperanza y rechazarlo de todas formas para morir miserablemente, se puede ser libre, pero desear someterse. A través de Éxodo aprendemos que en el instante en el cual todo termina, nada acaba realmente, porque siempre existe una posibilidad. Llegar hasta ella es un proceso que nos cambia, pero ¿cuánto? ¿Cuánto estamos dispuestos a cambiar y qué se siente en el proceso? Es el cómo uno desaparece que cuenta. El corazón late desbocado, los pensamientos cansan la mente, el cuerpo se quiebra en mil pedazos y la sensación de no ser tu, de estar transformándote en otro, en otra cosa, es de lo más terrorífico, es lo qué mucha veces nos hace renunciar. Durante este proceso de transformación los personajes buscan algo al cual agarrarse, un pensamiento para sobrevivir, resistir y sin embargo ya no existen pensamientos en ellos, solo sensaciones y la más grande es un insoportable hedor, un sabor a muerte, algo que muerde y que los llevará al sacrificio más grande. Y de esto trata Éxodo, de abandonarlo todo para buscar entre las estrellas aquella hermosura que solo la vida puede ofrecer. Por hacerlo hay que cambiar, renovarse, entrelazar alianzas con quién por cinco siglos solo ha querido tu muerte, adaptarse y escapar.
¿El Amor ayudará los protagonistas para tener, esta vez, su final feliz?